“Mujeres: olvidos y memorias en los márgenes. Chile y América, siglos XVII-XXI” se titula la obra que el Instituto de Historia PUCV reconoció con el Premio al Mejor Libro de Historia del año 2020, distinción otorgada por el Instituto de Historia de esta casa de estudios que busca promover la importancia del libro como bien cultural y transmisor de conocimiento e investigación.
El Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso realizó la segunda versión del Premio al Mejor Libro de Historia, reconocimiento que recayó este año en el texto “Mujeres: olvidos y memorias en los márgenes. Chile y América, siglos XVII-XXI”, editado por la Dra. Yéssica González, académica del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de La Frontera y publicado por Ediciones UFRO University Press.
La Dra. González señaló que recibe esta distinción con mucha emoción y orgullo, pues lo siente como un reconocimiento a la visibilización del quehacer investigativo y la producción de conocimiento desde espacios regionales, impulsado por académicas mujeres y sobre las mujeres y sus protagonismos en diversos espacios privados y públicos a lo largo del tiempo, desde la época colonial hasta ahora.
“Deseo expresar a título personal, y de las y el autor de esta obra colectiva, el reconocimiento a nuestro trabajo a través de este premio. Creo representar a todos al decir que nos sentimos honrados, primero porque esta distinción viene de nuestros pares y segundo porque sentimos que este reconoce el desarrollo de la investigación disciplinaria en y desde espacios regionales, y en red. Gracias al Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso por promover la defensa de la disciplina, su difusión a través de libros, tan poco valorados y tan significativos para el mundo de la cultura y la democratización del saber”, señaló la académica e investigadora.
El coordinador de Ediciones UFRO, Dr. José Manuel Rodríguez, señaló que “el texto de la doctora González está compuesto por una serie de artículos que interrogan la dinámica de las relaciones de género resignificando la presencia de las mujeres en distintos lugares de Chile y América desde el siglo XVII al presente. Así surgen en sus páginas indígenas, mulatas y mestizas procesadas por superstición y hechicería y que vulneran las rígidas estructuras sociales del virreinato peruano; mujeres abandonadas o emancipadas que deslegitiman el control masculino y trabajan en las calles; africanas que luchan por ocupar espacios en la sociedad; beatas que se organizan en bandos y luchan contra los arzobispos; mujeres de la frontera que resisten la violencia de la sociedad mediante desacatos y conductas delictivas. Y todo esto contado por diversas historiadoras, y un historiador, consolidados y emergentes. De ahí que entre los objetivos de la editora se encuentre también la formación y proyección de nuevas y nuevos expertos en la disciplina”.
“El texto, además, fue trabajado completamente en nuestra editorial siguiendo todos los procesos establecidos por sus comités científicos y técnicos. De ahí que, desde el punto de vista de la edición e impresión, también sea un producto impecable”, compartió el representante dela Editorial.
Para la editora en este texto hay también una propuesta y una provocación respecto del posicionamiento de la academia frente a los actuales estándares de validación métrica del conocimiento ligado a este oficio. “Sin desmerecer el valor de tales indicadores, el libro siempre ha sido y seguirá siendo en nuestra disciplina una carta de presentación y de validación entre las y los historiadoras(es). Distinciones como ésta reafirman aquello. Tener el privilegio de haber sido distinguida en esta ocasión con tal reconocimiento es eso: un privilegio. Hablo en mi calidad de editora, pero también en representación de cada una de las autoras y el autor que apostaron y aportaron a la construcción de esta obra, la que además buscaba poner en diálogo a historiadoras e historiadores de reconocida trayectoria con otras emergentes, pues ¿cuál es el sentido de nuestra disciplina si no permea la sociedad para crear escuela y abrir espacios para que otras y otros continúen y proyecten nuestro oficio en el tiempo?”, reflexionó González.
Sobre el origen del Libro
Para Yéssica González este libro representa la materialización de una serie de encuentros organizados en la Universidad de La Frontera, que primero en solitario y luego con el apoyo incondicional de su colega Olga Ruiz, autora de un capítulo de este libro, comenzaron a desarrollar, desde la Línea de Historia, en torno a tres objetivos. El primero buscaba la apertura de espacios de diálogo en torno a la Historia de las mujeres y las potencialidades del enfoque de género para el desarrollo del conocimiento historiográfico. “El sentido de estos encuentros era impactar y posicionar, en la comunidad académica, entre nuestros/as estudiantes, y al interior de nuestras unidades de trabajo, estos temas, para dar cuenta de lo que estábamos haciendo, lo que era posible de hacer y las potencialidades de desarrollo de estas líneas de interrogación e investigación desde la disciplina”, explicó la doctora. El segundo objetivo consistía en descentrar el conocimiento, invitando a colegas y amigas y amigos con los que compartían los mismos temas, inquietudes y preocupaciones en torno a la historia de las mujeres desde y en diferentes ámbitos. “Queríamos también ofrecer la oportunidad a nuestros/as estudiantes de escuchar y compartir con aquellos/as historiadoras e historiadores a los que sólo conocían a través de sus publicaciones. Que pusieron rostro a esas lecturas, fortaleciendo su formación profesional, y reafirmando su amor por la historia”, explicó la profesional. En tercer lugar, este texto busca explorar y potenciar la formación de redes de trabajo, con miras a la materialización de proyectos como este libro.
“De estos encuentros nace este libro, de diálogos fructíferos, apuestas ambiciosas e interdisciplinarias y formas de abordaje innovadoras de colegas y amigas y amigos con los que dialogamos en voz alta, compartimos generosamente lecturas, ideas, impresiones. Ahora y visto en el tiempo, me parece que este libro representa el sentido de lo que siempre debiera ser la academia, un espacio de diálogo para el transitar en conjunto, construyendo comunidad, haciendo escuela”, destacó la doctora.
Contenidos de la obra
Su editora mencionó, que, efectivamente, y tal como se enuncia en la contratapa del libro, si la dimensión política de la investigación histórica es disputar los términos en que los sujetos han sido pensados y repensados, en este caso, y a través de los diferentes artículos de la obra, se interroga acerca de la dinámica de las relaciones de género resignificando la presencia de las mujeres en diferentes lugares de Chile y América desde el pasado colonial hasta el presente.
“Me parece pertinente reconocer y nuevamente agradecer esta distinción a una obra que es una muestra de la puesta en valor de la conexión de saberes entre equipos de universidades regionales, al trabajo en red y al sentido primario de nuestro quehacer que es proponer nuevas formas de aproximación a la investigación para difundir y democratizar el conocimiento respecto de nuestro pasado y nuestro presente, procurando dar voz y presencia en y desde la historia, en este caso a las mujeres”, concluyó.
Sobre la editora del texto
Yéssica González es profesora de Historia, Geografía y Educación Cívica, Magíster en Ciencias Sociales Aplicadas y Dra. en Historia Iberoamericana por la Universidad de Huelva-España. Desde su formación de Pregrado se ha interesado por los estudios coloniales y el rol y la visión de las mujeres en la historia de Chile. Actualmente se desempeña como académica e investigadora de la línea de Historia del departamento de Ciencias Sociales de la UFRO y dirige el Magíster en Ciencias Sociales de la Facultad de Educación, Ciencias sociales y Humanidades. Forma parte de la Asociación de estudios Americanistas de España, el Grupo de Historia de las mujeres y las Emociones de la U. de Huelva; Historia, Memoria y Cultura del Núcleo de Cs. Sociales de la U. de La Frontera, y del Laboratorio de Mundos Coloniales y Modernos de la PUC.
FUENTE: Natalia Cabrera Vásquez, Instituto de Historia, PUCV.